Decir que como comunidad nos encanta charlar y comentar la realidad diaria, las comparecencias, las defunciones o los embarazos, es una obviedad. Estarás de acuerdo; y no hablamos únicamente de corrillos de vecinos o conversaciones de bar -esperemos vuelvan pronto- sino de esas que se dan habitualmente en las redes, en Twitter sobre todo. ¿Quién no está al tanto de todo lo que se cuece últimamente por ellas? Challenges, cadenas de palabras, campeonatos… Y es que cualquier iniciativa es buena para pasar el rato, más en estos tiempos de confinamiento y desescaladas. Acciones que suponen una oportunidad para las marcas y que son una prueba incontestable del poder que tienen las redes y los fanlovers de, en un momentín, crearte una campaña de notoriedad que ya muchas empresas quisieran para sí.
Sin hacer nada, conseguir que los microinfluencers de tu comunidad se conviertan en embajadores y prescriptores impagables. ¿Sin hacer nada? ¿es realmente así?
“El genio es 1% inspiración y 99% transpiración”
-Thomas Alva Edison-
Las cosas no siempre son tan sencillas como parecen, normalmente existe un trabajo detrás que tiene mucho que ver con los resultados que vemos los usuarios. Si quieres saber cuáles son, sigue leyendo.
- Un buen equipo, compenetrado e informado
A veces, cuando una empresa te confía su marca, la información que proporciona es lineal y aséptica. Nuestra labor es lograr una relación más allá de lo profesional estrechando lazos para tener un amplio conocimiento y adquirir una alta implicación con la marca y su mensaje. Esto solo se obtendrá si hay una absoluta confianza por ambas partes.
Así, desde el punto de vista interno:
- Conoceremos sus tangibles y sus intangibles: los valores de marca y números de venta, pero también las instalaciones, los servicios, prueba/cata de producto, conversaciones con los trabajadores de diferentes niveles y secciones…
- Estableceremos un canal directo con uno o dos interlocutores máximo y con capacidad de toma de decisiones para que la comunicación sea fluida.
- Mantendremos una conversación periódica y fluida, tanto física (reuniones personales), como digital (vídeo llamadas, mensajería instantánea, correo electrónico).
Y desde el punto de vista externo y propio como equipo de Social Media, nuestra labor también consistirá en:
- Estudiar y analizar la competencia, así como conocer el sector de la marca.
- Estar al tanto de la actualidad diaria, no solo del sector para el que trabajamos, sino también del resto de sectores y del contexto social que los rodea.
- Un perfil adecuado a la red social en la que se está
No todas las marcas necesitan tener perfil en todas las Redes Sociales pero, si lo tienen, deben adaptarse a los estilos y características de cada una de ellas.
Nuestra labor como equipo de Social Media será trasladar la personalidad de la marca si ya está establecida, y si no, establecerla conjuntamente con su equipo de marketing, de tal manera que:
- podamos crear un plan de contenidos con un tono y estilo adecuado a cada canal.
- seamos coherentes con nuestros mensajes
- conectemos emocionalmente con los usuarios y generemos engagement.
- Monitorizar y ESCUCHAR
Por supuesto, la monitorización es fundamental. Hay muchas herramientas que pueden ayudar a ello, tanto de pago como algunas versiones gratuitas. Sin embargo, estas herramientas sólo son útiles cuando hay un equipo detrás que procesa y racionaliza toda esa información.
- Mediante Keywords o palabras clave podemos saber si se está hablando de nosotros y cómo. Debemos valorar lo que se dice, pero también quién lo dice y en qué momento o contexto.
- Esta escucha de conversaciones nos aporta también conocimiento sobre la comunidad y, lo que es más relevante, nos ayuda a detectar tanto haters como fanlovers.
- Conocer la comunidad y a los influencers que la componen posibilita la generación de conversaciones (más allá del modo ‘atención al cliente’ de consultas y quejas).
- Aprovechar las oportunidades
Volviendo al inicio de esta publicación, es incontestable que los usuarios son los artífices del éxito. Porque conectan con la marca emocionalmente y se identifican con ella hasta el punto de hacer suyos sus valores. Y ahí es donde radica el trabajo de las marcas. Esa generación de reputación e imagen de marca que hace que, de pronto, tu comunidad, tus fanlovers o los microinfluencers más avispados, reclamen también la complicidad y colaboración de las marcas. Y ésta se preste a ello.
Y eso es un plato de aparente sencilla elaboración, pero de laborioso trabajo en cocinas. Tener la receta de un guiso no significa que necesariamente vaya a salir bueno, pero si le sumas un buen equipo de cocineros las posibilidades de éxito aumentan.
Por aquí te dejamos la que consideramos que sería la receta básica.
Ingredientes (las cantidades son a ojo y pueden variar según las circunstancias):
- Una (1) marca con personalidad, que se conoce a sí misma y dispuesta a dejarse guiar.
- Un (1) equipo de Social Media; aquí pueden variar las cantidades pero lo mínimo son:
- Un Social Media Manager (SMM)
- Un Community Manager (CM)
- Un diseñador creativo
- Un Copy (este es opcional ya que puede ser un componente de los anteriores ingredientes).
- Una comunicación directa y fluida agencia-cliente
- Una estrategia de Social Media flexible
- Un plan de contenidos
- Un manual de gestión de Crisis, en continua actualización
- Herramientas de publicación, monitorización y evaluación (tantas como se necesiten)
- Una relación con tus seguidores cercana y cómplice
- Una relación cercana y sincera con los microinfluencers
- Tiempo, mucho tiempo de cocción
Y probar. Ningún cocinero realizará un plato sin probarlo. No tengas miedo de que quede salado, o soso o poco ligado. Ensayo, prueba, error. Remover y vuelta a empezar.
Ya tienen la receta, si quieren hablar de su elaboración, pueden consultar a cualquiera de nuestros cocineros.