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Sociobarómetro de Canarias: análisis y conclusiones

Sociobarómetro de Canarias: análisis y conclusiones

Acaymo Viera

27/07/2022

asuntos públicosconsultoría

Desde 22GRADOS presentamos un análisis político y social de Canarias en base a los datos obtenidos en la última oleada del Sociobarómetro de Canarias. 

El pasado viernes conocíamos una nueva oleada del Sociobarómetro de Canarias que suma ya su tercera edición desde que arrancará en marzo de 2021. En esta ocasión, la encuesta cuenta con 3.815 entrevistas realizadas entre el 10 y 30 de junio de 2022. 

Sin duda, debemos destacar el valor aportado por estos estudios para el análisis y la investigación social de nuestras islas y que viene a equiparar a nuestra territorio a otras comunidades como Andalucía, Cataluña o Galicia en materia de investigación demoscópica. Territorios ya maduros y poco cuestionados alrededor de su conocimiento de lo social desde lo institucionalidad. 

Los datos obtenidos desde el Sociobarómetro dejan importantes valoraciones para el análisis político y social en Canarias. Aquí presentamos algunas de sus conclusiones. 

  1. Estabilidad demoscópica

Más allá de los ruidos mediáticos a los que parece que ya estamos acostumbrados sobre el cuestionamiento demoscópico, lo cierto es que la mayoría de las encuestas publicadas y realizadas en Canarias muestran una tendencia muy similar a la manifestada por el Sociobarómetro. Esta no es otra que la consolidación de las tendencias electorales ya iniciadas en 2019 y el fortalecimiento de la coalición de gobierno. 

El PSOE se alza como el principal beneficiado del pacto de gobierno, pero también lo es NC, con importantes avances electorales a lo que habría que sumar la estabilidad electoral de ASG y la “resistencia” de Podemos, cuyo suelo electoral parece estabilizarse en todo el país a la espera de los influjos resultantes de la alternativa alrededor de Yolanda Díaz. 

Otro de los grandes titulares gira alrededor de los apoyos manifestados a Coalición Canaria, que no alcanzaría el 17% y el PP conseguiría rebasarlo con el 17,2% de los apoyos, según la estimación del Sociobarómetro.

A pesar de lo que pueda parecer a primera vista, no se trata de una anomalía en el sistema electoral canario, ni mucho menos una innovación demoscópica.  Debemos recordar que ya en 2015 CC fue tercera fuerza y consiguió el apoyo del 17,65%, por detrás del PSOE y el PP (con el 19,53% y 18,26%, respectivamente), aunque el sistema electoral convirtiera ese 17,65% en la formación con mayor número de diputados en la Cámara autonómica. 

Lo realmente diferenciador del escenario señalado por la encuesta es la escasa capacidad de concentración estratégica del voto de CC, que no consigue empujar sus fortalezas insulares, lo que se traduce en una estimación de escaños entre los 13-19 diputados en la Cámara autonómica. 

Los datos que nos arrojan los diferentes estudios demoscópicos son, en suma, un fortalecimiento de la seguridad. Y es que en momento de crisis económica o social sobrevenida, los gobiernos poseen una importante baza electoral que es la seguridad aportada de sus gestión. Esto lo hemos visto en el ciclo que inició Galicia y Euskadi ya hace más de un año y que ha culminado en una mayoría absoluta del PP en Andalucía, pasando por una nueva victoria electoral en Madrid o Castilla y León.

  1. Escasos ecos, por el momento, de la ola nacional 

Una de las grandes incógnitas, y que no resuelve esta encuesta, en gran medida por el escaso recorrido del liderazgo popular en nuestra tierra, es la influencia de la ola nacional y sus derivadas canarias. Debemos recordar que en 2011 el PP fue primera fuerza en Canarias aupado por una ola nacional sumamente proclive a sus intereses. Por tanto, una de las claves que deberemos tener en el punto de mira durante los próximos meses es la capacidad de crecimiento del PP autonómico, puesto que todo hace pensar (a falta de los microdatos) que su crecimiento deriva de un debilitamiento de CC. 

Y lo deberemos tener en cuenta puesto que la figura de Alberto Feijóo parece empujar los apoyos de la formación en la mayoría de los territorios, al igual que todo hace pensar que Podemos encontrará una firme revitalización de los mismos en la figura de Yolanda Díaz. 

Con todo, debemos ser conscientes  que las dinámicas nacionales no encuentran un eco tan fuerte como sí lo hacen en otros territorios, permitiendo plantear una cuestión central ¿nos encaminamos hacia una nueva independencia electoral en Canarias?

  1. Transversalidad en los liderazgos

El papel central de los liderazgos en las campañas electorales es ya una obviedad más que palpable, pero no deja de sorprender los niveles de conocimiento de los que disponen los líderes canarios, cercano al 94% en conocimiento sugerido de Ángel Víctor Torres o el 89,4% en el caso de Fernando Clavijo. A ellos le siguen Román Rodríguez, Casimiro Curbelo, Noemí Santana y Manuel Domínguez, con el 78,2%, 64,2%, 63,3% y 62%, respectivamente. 

Estos datos no vienen más que a reforzar la hipótesis de personalismo de la política y la fortaleza de los liderazgos como vector de comunicación. En el caso de Canarias, es más aún relevante la tendencia hacia menor polarización y la transversalidad alrededor de la figura del presidente canario que contaría con una valoración de 5,2, muy por encima de la media nacional para líderes como Feijóo o Pedro Sánchez en el último Barómetro del CIS.


  1. Identidad y complementariedad

Uno de los grandes vertebradores de la comunicación política en Canarias ha sido tradicionalmente el cleavage identitario, utilizado y catalizado por las fuerzas políticas con dispares resultados. El SbC-3 aporta una visión transversal de este posicionamiento social. Una identidad dual, que no excluye a la teórica opuesta y donde una abrumadora mayoría del 80,3% de los encuestados lo consideran total o bastante complementarias. 

Es aquí, alejado de posiciones finalistas y single issues donde se desarrolla la potencialidad de la canariedad. Una canariedad que dispone de los ecos políticos, pero también empresariales y comunicativos. Una canariedad que pone en valor una forma de ser y la defensa de lo particular desde la moderación.

  1. La “Excepcionalidad canaria”

Hoy en día el concepto Excepcionalidad ibérica se encuentra profundamente extendido entre los medios de comunicación para hacer referencia a las particulares concesiones a España y Portugal en materia energética. Sin embargo, este concepto posee un mayor y divergente recorrido. Fue originado por Sonia Alonso y Cristobal Rovira allá por el 2014, para hacer referencia a la ausencia de la derecha radical en las diferentes cámaras de representación en estos dos países. Excepcionalidad que 2019 vino a romper en mil pedazos con la irrupción de Vox en las principales instituciones y convertirse, en muchas de ellas, en elemento clave para la gobernabilidad.  

Sin embargo, la academia dejó de lado un importante fenómeno que sucedía en nuestro archipiélago: la derecha radical no sólo no conseguía ningún representante en el Parlamento de Canarias, sino que ninguno de nuestros Ayuntamientos cuenta en la actualidad con algún concejal de tal formación. Y esto se conseguía en un momento en el que la formación radical se encontraba en la cresta de la ola y que la convertiría, poco meses más tarde, en tercera fuerza a nivel nacional.

Por tanto, me declaro un firme defensor del concepto. Una excepcionalidad canaria que ha permitido que los niveles de polarización sean menores que en el resto del país. Una excepcionalidad que ha permitido que nuestra Cámara de representación sea líder en consensos en España