El lenguaje ha traspasado hace años la frontera de ser exclusivamente una herramienta de comunicación. Hoy forma parte de la identidad, da sentido a la construcción de las diferencias culturales, explica en ocasiones las líneas imaginarias de las fronteras y da carácter cromático a las banderas pero ¿tienen las marcas canarias un lenguaje propio y diferenciado del resto de marcas del país, e incluso del resto del mundo?
Como todas las marcas, las canarias necesitan diferenciarse, ser notorias y cercanas y, sobre todo, responder a las necesidades del consumidor. Las marcas canarias no son muy distintas a las del resto del planeta: ofrecen productos o servicios y quieren ser, simplemente, rentables. Pero estoy convencido de que tienen un lenguaje propio, al menos por tres razones.
La diferenciación
Hoy las marcas y productos se parecen mucho. Para competir con compañías nacionales o internacionales es crítico diferenciarse. Y aprovechando que vivimos en la “era del relato”, las marcas de aquí, de nuestra tierra, trabajan en su relato propio como mejor solución para marcar esas necesarias diferencias. Esta narrativa está incorporando en sus diferentes formas de lenguaje los valores que las hacen diferentes, el propósito de su actividad y los beneficios que su oferta de productos y servicios generan en su entorno más cercano. Inevitablemente, todos estos aspectos serán más difíciles de transmitir por aquellas marcas más «lejanas».
La notoriedad
La notoriedad de una marca se construye con inversión en publicidad y comunicación, pero también con un profundo conocimiento del comportamiento del consumidor y con estrategias de comunicación estabilizadas en el tiempo. El recuerdo hace a las marcas más relevantes y su conocimiento del entorno canario les ayuda a optimizar esas necesarias inversiones. Sin embargo, las “otras” marcas, a la hora de plantear sus estrategias en este territorio, replican el modelo de su estrategia nacional y en no pocas ocasiones se producen importantes fugas en la necesaria optimización de sus inversiones. Y viendo los datos de notoriedad mensual de las marcas canarias frente al resto, podemos confirmar que efectivamente, nuestro lenguaje es muy notorio.
La cercanía al consumidor
En micro mercados como el nuestro, en no pocas ocasiones incluso exclusivamente insulares, la cercanía al consumidor se traduce perfectamente por tu origen. El chocolate, el café, los yogures, los quesos, la leche, tu compañía aérea o naviera, tu supermercado, el agua que bebes, tu clínica de toda la vida… son infinitos ejemplos de una adecuada utilización del lenguaje para transmitir de dónde eres.
Es evidente que nuestras marcas están muy orgullosas de su origen y estas son solo algunas de las poderosas razones por las que los responsables de las marcas canarias deberían seguir apostando por mantener ese lenguaje propio y comprobar cómo repercute de forma muy positiva en el impacto de sus negocios y marcas.